En el año 2011 se halló en las profundidades del embalse del Gorg Blau, en la Sierra de Tramontana de Mallorca, lo que debió ser el refugio principal de la resistencia islámica a lo largo de la conquista cristiana de la isla (1229-1232). Éste presenta, hasta el momento, una extensión de más de 160.000 m² y se ubica en el corazón de la Sierra, reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Actualmente se trata del yacimiento islámico de mayor superficie y con el mejor grado de conservación de las Islas Baleares.
Para contextualizar este momento debemos retroceder hasta el siglo XIII. En esos tiempos Mallorca estaba dominada por los almohades, hasta que en el año 1229, un importante contingente de hombres armados, principalmente originarios de los condados que hoy en día forman lo que es Cataluña y Aragón, dirigidos por el rey Jaime I, desembarcan en la isla con la intención de conquistarla. Una vez caída Medina Mayurqa (la ciudad de Palma), los habitantes que pudieron huir se refugiaron en las montañas, permaneciendo a modo de resistencia hasta el año 1232.
La crónica de los hechos “dels fets”, redactada por Jaime I años después, recoge el desenlace de los acontecimientos. Según cuenta, en las zona de Almallutx (actualmente el embalse del Gorg Blau), cientos de personas habitaron y resistieron a los constantes ataques de las tropas cristianas. En uno de los pasajes de dicha crónica se puede leer; “llegaron a tan necesidad de víveres, que se comían las hierbas de las montañas como si fueran bestias”, un claro reflejo de la crueldad de los hechos. Desgraciadamente el final fue trágico, ya que buena parte de la población fue masacrada a base de fuego y espada.
A pesar de esta desgracia, los vestigios hallados en relación a este acontecimiento son únicos. Se han localizado un sin fin de restos arquitectónicos que corresponden a viviendas que conformarían un gran poblado. Se han podido documentar zócalos de casas con patios, calles, una mezquita y, hasta el momento, dos cementerios islámicos (maqbaras), elementos que lo convierten en un yacimiento único y el más importante de las Baleares de la época islámica. El nivel de conservación de los materiales arqueológicos, que quedaron sepultados en el momento del incendio, ha permitido reconstruir como era la vida de esa comunidad, conservándose todos ellos “in situ”. Una de las bases del proyecto radica en la combinación de arqueología con fuentes escritas, permitiendo obtener una visión del poblamiento musulmán en la sierra norte de la isla. Los trabajos de prospección han permitido reconstruir los acontecimientos de la conquista, pudiendo determinar áreas de refugio, fortificaciones y otros elementos del periodo de la resistencia, llegando a la conclusión que el yacimiento de Almallutx funcionó como núcleo y eje vertebrador de toda esta infraestructura, probablemente siendo un intento de reorganización política en pleno conflicto armado. La aparición de cerámica y objetos de cierto lujo y de contextos urbanos así nos lo indicarían.